Alerta ante la llegada de la Camorra napolitana

Capos y miembros de la camorra italiana se refugian en España por miedo a ser asesinados en Nápoles. La Guardia Civil ha detectado a los primeros huidos en territorio español y temen que vaya en aumento. El repunte de violencia y muertes en Nápoles responde a una lucha entre clanes que no se producía desde el año 2004. Fiscales y jueces coinciden en que podría tratarse de una segunda Guerra de Secondigliano, el barrio mas conflictivo tomado por las redes criminales de la Camorra en Italia y con importantes conexiones con España.

 Desde el pasado mes de septiembre, agentes especializados en la lucha contras los integrantes de la Camorra que llegan a España procedentes de Italia han activado la alerta. El detonante definitivo ha sido el reciente asesinato del capo de la camorra Luigi Felaco el pasado 7 de diciembre, con una orden de arresto europea tramitada por España. A Luigi Felaco le dieron cuatro tiros, al salir de una pizzeria, dos encapuchados en moto.

Con su asesinato caía el ultimo bastión de este clan - desarticulado por la Guardia Civil en octubre de 2011 - a cargo del clan dedicado al blanqueo de capitales en nuestro país. Los Carabinieri informaron entonces a la Fiscalía Anticorrupción. Fuentes de la institución, aseguran estar a la espera del atestado de los agentes judiciales italianos y más información sobre los hechos. De lo que sí tienen constancia es de una reciente revuelta entre diferentes clanes que afecta directamente a nuestro país, refugio predilecto de los capos. Precisamente la próxima semana y con motivo de distintas investigaciones en curso, agentes de anticorrupción, junto a Guardia Civil y Policia, acompañados del magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco viajarán a Nápoles durante cuatro días.

 Desde el juzgado número seis de la del alto tribunal se desarticuló el pasado año a las organizaciones más importantes de la Camorra responsable del blanqueo de capitales de varios clanes italianos que operaban en españa. La especulación urbanística y la falta de filtros legales les permitió blanquear milones de euros en los mejores años del boom.