Agentes de la Policía Nacional han trasladado a tres de los detenidos por el secuestro de Irene a la vivienda habitada por okupas en la que estaba retenidas. Dos de ellos han entrado a la vivienda con los rostros tapados por capuchas y los tres, esposados. Dicen que cuando vio llegar a los agentes se "tiró en sus brazos". La joven que permanecía desaparecida desde el pasado jueves fue encontrada ayer por la Policía Nacional. Estaba retenida contra su voluntad en una vivienda vacía y habitada por okupas de la zona de Juan XXIII y Carretera de Cádiz, en la capital.
Los agentes detuvieron a siete personas, seis hombres y una mujer. Se les acusa de los presuntos delitos de detención ilegal y agresión o abuso sexual. Según dijo la joven a los policías que la rescataron, habían abusado de ella. No obstante, este extremo tiene que ser determinado por un forense y ratificado también por la declaración de la chica. Irene Ayllón Gómez -que sufre una discapacidad psíquica- prestaba anoche declaración en la Comisaría Provincial arropada por sus padres, a los que la Policía Nacional avisó poco antes de las 20:00 de que su hija había aparecido.
"Estamos muy contentos, por lo menos ya ha aparecido que es lo importante", apuntó una amiga de la familia. El rescate ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana. Un vigilante de seguridad de un centro comercial de la capital vio un cartel que habían colocado los amigos de la familia, llamó a la Policía Nacional y le dio la pista. Todo ocurrió sobre las 16:00.
De inmediato, se puso en marcha un dispositivo de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana cuyos agentes localizaron el inmueble, en la calle Marqués de Valdeflores. Aparentemente, una vivienda embargada por un banco, vacía y que era habitada por okupas. Los policías comprobaron que efectivamente se trataba de la joven cuya desaparición fue denunciada el jueves por la familia. Los agentes del Grupo de Homicidio procedieron entonces a la detención de siete personas por su presunta implicación en los hechos. La joven se puso muy nerviosa y se desmayó.
Irene fue trasladada al Materno y tras una exploración por parte de un facultativo, fue llevada a la Comisaría para declarar. Las investigaciones siguen abiertas y la joven tendrá que identificar en los próximos días a los presuntos autores de la supuesta agresión o abuso sexual. Los detenidos, por su parte, permanecían anoche en la Comisaría Provincial y tras el testimonio de Irene comenzaron a prestar declaración ante los agentes de Homicidios que llevan el caso. "Ha sido todo muy rápido y ha salido bien", comentó una fuente policial. La liberación se produjo apenas un día después de que la Policía Nacional recurriera a la colaboración ciudadana para obtener pistas que pudieran llevar a su paradero.
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