sábado, 19 de enero de 2013

El Museo Marco en grave riesgo de seguridad por el despido de sus cinco Vigilantes de Seguridad


Entre media hora y cuarenta y cinco minutos tendrían de ventaja, como mínimo, unos hipotéticos ladrones que decidieran robar el patrimonio cultural municipal vigués que se guarda en los almacenes del Marco. El despido, el pasado día 15 de enero, de los cinco vigilantes que cubrían las veinticuatro horas del día, en turnos de ocho horas, deja al Museo de Arte Contemporánea desprovisto de las mínimas condiciones de seguridad.

Pedro López Caride, que fue vigilante del Marco desde el 2001, advierte a las autoridades de la situación que se plantea a partir de ahora en este centro cultural. "El Marco no debería quedar desprovisto de seguridad, no sólo por el patrimonio artístico que supone el edificio en sí mismo, sino por el patrimonio artístico del Concello de Vigo que está almacenado en su interior", señala el vigilante.

 Los agentes privados serán sustituidos por un sistema de control remoto, que según López Caride estará en Madrid. "La seguridad la llevará ahora una empresa de seguridad que revisará las cámaras de forma remota. En caso de activarse una alarma, la empresa mandaría una persona, que en ningún caso podría llegar en menos de media hora", explica Pedro López Caride. Pero no será el único problema que se plantea ahora en el museo.

 Habrá ciertas exposiciones que no podrán recalar en Vigo porque sus organizadores, o los seguros que contratan, exigirán seguridad presencial en el edificio, algo que ya no hay desde el pasado día 15. El centro de control del Marco, donde trabajaban los vigilantes, tiene cerca de cincuenta cámaras para controlar el perímetro exterior del edificio y las diferentes zonas internas. "Es imposible visionar todas las cámaras que tiene el museo de manera remota», apunta el exvigilante.

Por otro lado, al  no existir vigilantes de seguridad, no está muy claro quién deberá activar el protocolo de emergencias en caso de incendio. "Estamos hablando de uno de los museos con mayor número de visitas de Galicia", señala. En este aspecto, López Caride recuerda que el Marco "siempre ha tenido una fuerte inversión en seguridad técnica", no solo por las numerosas cámaras existentes sino también porque los vigilantes realizaban un control interno de accesos "porque todas las entradas están restrigidas y hay que abrirlas de manerá automática porque no se pueden abrir con llave". "Nosotros seguiremos luchando, porque entendemos que hay que volver a la situación anterior que era la que garantizaba la seguridad", dice el representante de los vigilantes despedidos, quien considera que esta situación es fruto del enfrentamiento político entre el Concello de Vigo y la Diputación de Pontevedra

 El despido de todos los agentes de seguridad privada del Marco, que pertenecían a la empresa Securitas, tiene un precedente en el Verbum. Allí fueron despedidos todos los vigilantes el pasado verano. "No son temas comparables porque el Verbum no tiene ni la importancia, ni el contenido del Marco, además sus exposiciones eran mínimas. Obviamente necesita seguridad, pero el riesgo es infinitamente menor que en el Marco", puntualiza López Caribe. El Concello de Vigo no quiso explicar a La Voz la situación de seguridad en el museo de Castrelos.

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