Un grupo de vigilantes de seguridad, inicialmente una docena, comienza este lunes una marcha reivindicativa a lo largo de varias etapas del Camino de Santiago para denunciar la situación laboral del sector, que ven "muerto" por la "reducción" de los derechos como trabajadores.
Precisamente, los integrantes de este grupo tienen previsto portar un ataúd, hecho por ellos mismos, y una cruz para visualizar que "está muerto" su sector. "Tanto la patronal como las empresas de seguridad están empezando a realizar descuelgues salariales, expedientes de regulación de empelo o despidos", advierten, para a renglón seguido, indicar que esto todo termina en "la precarización de los derechos del trabajador". Este lunes, a las 9.00 horas, el grupo de guardias de seguridad saldrá de O Cebreiro y tiene previsto realizar 31 kilómetros hasta Calvor.
La última etapa será el sábado, día 26, y constará de 20 kilómetros entre Pedrouzo y Santiago de Compostela. A su llegada a la compostelana Praza do Obradoiro, en la última etapa en la que esperan que este grupo de vigilantes se incremente, los participantes tienen previsto realizar, a las 17.00 horas, una "gran chorizada" por la "dignidad del colectivo".
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