El nacimiento de un tsunami

Lo que ha nacido como una idea lanzada al aire se ha convertido en menos de una hora en una conversación viral. Comentarios de gente interesada en formar parte de un ambicioso proyecto que, ya sabemos, que no será fácil.

La idea de formar una empresa de seguridad a través de la PLAVISE es algo que nos lleva rondando por la cabeza desde hace meses. Hemos visto naufragar todas las intentonas de unificar las voluntades de los profesionales de un gremio que conviven con la desunión sin que eso les parezca algo a tratar.

No hemos sido nunca partidarios de sindicatos, más que nada porque nos hemos visto traicionados por casi todos, pero eso no quiere decir que no nos sentemos a hablar con aquellos a los que se les presuponga la honradez. Entenderán los mayoritarios que no se me pase por la cabeza contar con ellos ni escuchar su opinión, porque esos si nos han vendido, traicionado y apuñalado por la espalda tantas veces como hemos confiado en ellos.

Nuestra propuesta es más para las personas, independientemente de los sindicatos en los que militen o las empresas para las que trabajen. Nuestra propuesta es para los que están trabajando y para los que llevan años sin poder trabajar.

Hay una cosa que está clara. Nuestro es el trabajo, el sudor y la sangre sobre la que dueños y directivos de empresas de seguridad cimientan sus fortunas. Cuando las cosas van bien, para ellos los millones, cuando las cosas van mal, para nosotros los recortes y los despidos.

Con eso es con lo que queremos acabar. Queremos acabar con el monopolio de los que viven del cuento, de los que se enriquecen con nuestras penurias y juegan con nuestros sentimientos a su antojo.

La idea es sencilla, aunque parezca complicada, y desde ya sabemos que habrá miles que opinen que solo lo hacemos para enriquecernos, cientos que desconfíen y un puñado que intentarán que esta vez los sueños se conviertan en metas que podemos alcanzar.

Nuestra meta es llegar al número posible de trabajadores de la seguridad privada, sin importar sexo o raza, solo las ganas, la actitud y el deseo de superación. Para alcanzar un sueño solo hace falta luchar por él y pensar lo contrario es limitarse y ponerse escusas para no hacer nada.

No obligamos a nadie, así que no necesitamos comentarios pesimistas o acusaciones de ningún tipo. No se obliga, así que no te sientas obligado. Ilusionados si, inconformistas sí, luchadores sí. Opinantes sin actitud no, por favor.

Esta semana iremos sentando las bases del proyecto para lo que iniciaremos contactos con profesionales del sector a los que consideramos muy válidos. Poco a poco irán saliendo nuevas ideas, comentarios, sueños. Y en poco tiempo habremos sentado las bases de un gran movimiento que se auto gestione para darnos empleo digno a todos y para ayudar con los excedentes a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos.

Nos vemos en las trincheras.