Cuando apenas faltaban unos minutos para que las agujas del reloj marcaran las siete de la tarde del pasado domingo, el conductor de un Citroen Xantia que circulaba por la carretera PO-310 decidió hacer caso omiso a las señales de los agentes y se saltó un control rutinario de la Guardia Civil, dándose a la fuga, lo que originó una rápida persecución, por las carreteras colindantes. Varias patrullas de la Benemérita, iniciaron la persecución del vehículo sospechoso a una distancia prudencial, haciendo uso de los prioritarios luminosos y las señales acústicas sin que el ocupante del coche hiciera intención de detenerse.
Ante los requerimientos para detener la marcha, el conducto optó por la fuga, conduciendo de forma manifiestamente peligrosa y temeraria a lo largo de mas de 12 kilómetros, poniendo en evidente peligro su propia vida y la de los conductores que transitaban por la vía. Durante la alocada huida impacto contra dos vehículos que circulaban en el mismo sentido de su marcha, provocando desperfectos materiales.
La huida acabó de manera repentina cuando atravesaba la parroquia pontevedresa de A Canicouva, cuando el Citroen Xantia perdió el control y se precipitó sobre una finca privada desde una altura aproximada de dos metros. El conductor fue identificado por los agentes como J.L.B.M. con 40 años de edad, vecino de Soutomaior y con un amplio historial delictivo.
El delincuente, al que se le imputan dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temerario y otro por hacerlo con todos los puntos del carnet retirados, y un delito de desobediencia grave fue trasladado al Hospital de Montecelo por una ambulancia que había sido requerida por los agentes de la Guardia Civil.
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